jueves, 26 de julio de 2012





Caminaba en la calle moribunda de mi vida en apuros, esa noche oscura y olvidada, 
en ese recuerdo amargo, de aquel suspiro tan profundo; 
quizá me extravié en uno de sus besos o en el olor 
de su cabello, 
o Tal vez no era el, 
y era una de mis contradicciones.. .


Las ansias de sentirle cerca, de besarle en medio de la lluvia,
en medio de un segundo, 
de una milésima parte de su alma, 
de la mía.. . 
en mitad de un día pesado, en el vació de este deseo pausado, agridulce, áspero; que luego no le quiero aquí, 
ni quiero extrañarle;
que no me alcanzaría la vida para contenerlo,
a el, a su mundo, 
al universo que esconde
en el pecho, en ese golpeteo de tiempo.


Que se quedara aquí, en este pedacito de cielo,
  porqué le escribo bajo cada noche, bajo cada estrella.


Yo solo pido la libertad de poder morirme de sueño, 
de hambre, de amor o de soledad
como me venga en gana, porqué 
como siempre hoy espere mucho... . 
pero no vino nadie.